sábado, 24 de noviembre de 2012


DECEPCIONADOS


Muchos saludos a todos los seguidores de Revientapelotas. Después del descanso estival nos reincorporamos, aunque con cierto retraso, a nuestra tarea. Este retraso se debe al cambio radical que han tomado los acontecimientos en los últimos meses y que nos han hecho replantearnos la continuidad de este blog, al menos, en el formato actual.

Hace prácticamente un año comenzamos nuestra andadura con el propósito de facilitar, tanto a jugadores como a sus familiares, la obtención de unas fotos y algún video del equipo Infantil A del Dioce, sin más pretensiones que el que todo el mundo pudiera tener un recuerdo de esa etapa de jugador y, que quede muy claro, sin ningún ánimo de lucro. También intentamos, dentro de nuestras posibilidades, suplir alguna carencia que notábamos como, por ejemplo, la información, tanto en forma como en tiempo, en alguna cuestión como los horarios de los partidos. Para acompañar y completar todo esto, realizamos alguna sección, así como una breve reseña o crónica de los partidos de nuestro equipo. Este fue el fin de nuestro blog.

Por otra parte, no queríamos desaprovechar la ocasión para agradecer el seguimiento que ha tenido el blog. Como dijo algún iluminado… “os va a conocer todo el mundo”. Y parece que se cumplen sus predicciones. Hemos tenido visitas de muchas partes del planeta siendo nosotros, todo sea dicho de paso, los primeros sorprendidos. Visitas de prácticamente todos los países de Sudamérica; México, Perú, Colombia, Ecuador, Chile, Venezuela, Argentina, Bolivia, Guatemala; de Estados Unidos; y de Europa, países como Ucrania, Alemania o Rusia. No podemos más que expresar nuestro profundo agradecimiento a todos ellos, haciéndolo extensivo, como es de justicia, a nuestros seguidores españoles, por otra parte, lógica mayoría.

Durante todo este tiempo hemos tenido momentos buenos, los más, y no tan buenos. Los buenos podríamos asegurar que han venido, sobre todo, de los jugadores. Chavales implicados a más no poder con el proyecto de formar un equipo, inculcado quizás por Juan Carlos, anterior entrenador, que sentó las bases para que todos ellos se sintieran importantes. Chicos que, en ocasiones, han viajado muchos kilómetros para realizar un entrenamiento o un partido, y que han dejado de lado otras cuestiones más apetecibles y cómodas por el compromiso adquirido hacia el equipo. Como no, agradecer a David, entrenador de la temporada pasada, su dedicación y saber que, aunque en algunas ocasiones no hemos compartido sus decisiones como ha quedado patente, ni queremos ni podemos restarle ningún mérito. Y por último, y no menos importante, Miguel. No sabemos si continúa acompañando al equipo durante este año, pero es de agradecer su colaboración desinteresada, su compromiso con jugadores que no conocía de nada y su ilusión, granjeándose el cariño, aprecio y respeto de los chavales. En cuanto a los momentos no tan buenos, podríamos citar únicamente algunos comentarios fuera de tono y alguna que otra polémica absurda y estéril a final de temporada.

Pero no podemos olvidarnos del título de esta, por llamarla de alguna manera, crónica. Estamos decepcionados, en mayor o menor medida dependiendo de cada persona, pero creemos que podría decirse que fue el sentir generalizado, al menos a principio de temporada. Y estamos decepcionados porque no se actuado bien con nuestros chicos. Nos hemos sentido dolidos. Algunas personas nos han recomendado que lo dejemos pasar, que no se va a adelantar nada y que lo único que se va a conseguir es perjudicar a los jugadores en otros ámbitos. Pero no podemos permanecer callados ante lo que consideramos una injustica. Y lo hemos meditado, mucho, demasiado. Y no podemos permanecer en silencio. Muchos jugadores se han visto, a nuestro modo de ver, ninguneados y aunque no sirva para nada tenemos que decirlo. Y no por lo que se haya decidido, porque cada uno gestiona su club como considera conveniente, sino por las formas que se han tenido en esta decisión. Porque, aunque esperada, la decepción ha sido grande.

Todo comenzó al finalizar la temporada pasada. Como en años anteriores se les entrega a los jugadores un escrito donde se enumeran algunas de las condiciones para la inscripción de la próxima temporada como son las fechas límite para realizarla, los importes, el número de cuenta, el abandono de varios patrocinadores, etc. Este escrito, fechado el 6 de junio, se entregó por razones obvias en fechas posteriores. La fecha límite para la entrega de la reserva de plaza se fijaba para el 26 de junio y, según reza en el escrito, una vez contabilizado el número de inscritos se confeccionarían los equipos. Esto no tendría mayor importancia si no fuera porque el fin del plazo de inscripción en la Delegación de Futbol acaba el 1 de julio, lo cual quiere decir que en esa fecha cada club debe tener decididos todos los equipos en las diferentes categorías para la temporada siguiente.

Así transcurrió el verano sin mayor preocupación, ignorantes de lo que nos esperaba. Hasta que llegó agosto. En los primeros entrenamientos todo fueron dimes y diretes, rumores de toda índole aunque, como decimos todo estaba decidido, todo estaba hecho. Nuestros jugadores fueron, desde nuestro punto de vista, ninguneados día tras día, hasta que nuestros temores se consumaron. Para la presente temporada sólo habría dos equipos en la categoría de cadetes, no sabemos los motivos, pero sí que la decisión estaba tomada el 1 de julio. Se había eliminado un equipo entero. Además los dirigentes del club, y no vamos a dar nombres porque ellos sabrán quienes y por qué han tomado estas decisiones, trasladan a los jugadores que se van a hacer dos equipos de unos veintidós jugadores cada uno y que si no se sienten capaces de responder a esas expectativas y a esa exigencia, es mejor que lo dejen. Incluso se llegan a ofrecer para buscarles otro equipo para jugar. Hábil jugada. Se pasa la responsabilidad de continuar o dejarlo a los jugadores cuando la decisión ya estaba tomada el 1 de julio. Llegados a este punto habría que hacer alguna puntualización como que, según algunos rumores y decimos rumores, porque ni lo queremos probar, ni estamos interesados en ello, se habría contactado con jugadores de otros equipos para formar parte del que considerábamos era el nuestro.

Alguien pensará que somos exagerados y quizás tengan razón pero en los primeros entrenamientos algunos padres nos desplazamos al campo y llegamos a contar hasta sesenta jugadores de esta categoría, lo que permitiría formar, no uno, sino hasta dos equipos más holgadamente. Teniendo en cuenta que muchos no fueron podría aumentar la cifra, lo que significaría que han dejado en la estacada alrededor de veinte jugadores a los que habría que sumar los que lo han dejado después. En fin, todo un éxito.

Nos gustaría hacer algunas consideraciones de las que seguro muchos no serán participes, pero aún así nos vamos a arriesgar.

Evidentemente, muchísimas veces los fines se tergiversan y, lo que parece un objetivo legítimo y fundamental pasa a segundo plano y se transforma en algo accesorio, primando otro tipo de intereses que no son los de muchos jugadores. Quizás sea lo que ha ocurrido. Un club donde algunos suponíamos que el fin primordial era que los chavales que no tienen cabida en otros clubes por las razones que sean o, simplemente, porque sus motivaciones no son tan altas como ser figura del futbol, pudieran practicar un deporte que de otra manera sería muy difícil por cómo está la situación actual, aún sin perder ciertos objetivos y estímulos como títulos, trofeos, etc. Y nos encontramos que la situación de los jugadores es lo de menos, que priman más otras cuestiones, cuestiones que cada uno puede imaginar como más le convenga.

Por otro lado no entendemos que un club, como el que hasta el año pasado era el nuestro, trate así a sus jugadores. Jugadores que se han dejado el alma incluso cuando han sido dejados de lado en alguna que otra ocasión. A nosotros, desde luego nos preocuparía que un sólo jugador, y decimos un sólo jugador, dejase el club por el motivo que fuese y más por una mala gestión nuestra. Pero, como decimos, es un pensamiento únicamente nuestro, que como puede verse, parece que no comparten algunas personas. Eso sí, luego nos vendrán con eso de los valores, de la educación, de la formación, del respeto, de la solidaridad…, palabras vacías, sin ningún significado en boca de personas donde sus actos, en alguna ocasión, les preceden.

Hay que reconocer que la situación no es nueva, ya que desde hace muchos años llevan sucediendo hechos aislados  aunque, en esta ocasión, sea más grave en cuanto a la cantidad de personas afectadas.

No queríamos desaprovechar la ocasión para rendir un homenaje a ese club que muchos tenemos en mente, los rojonegros. Club que llegó a tierras abulenses con un aurea de divinidad, que ha ido libando de cuantos han salido a su paso, encareciendo la práctica de un deporte que hasta ese momento y, en algún caso, era casi gratuito. Gracias por enseñarnos lo que es el futbol base actual.

Lógicamente, también habrá quien piense, que seguro que lo hay, que si tanto nos quejamos, si tanto criticamos, por qué no hacemos algo para remediar esta situación o, mejor aún, por qué no organizamos nuestro propio club. Y quizás lo hagamos. Pero desde nuestro punto de vista, la crítica no tiene que molestar, siempre y cuando se mantenga el respeto y la educación.  Tiene que servir para enriquecer, para mejorar las cosas, para que los objetivos por los que se inició una actividad no pasen a segundo plano y lo fundamental siempre sea el proporcionar a un grupo de jóvenes la práctica del deporte que más les gusta para mejorar, sobre todo, como personas.
De todas maneras, si alguien se siente ofendido le pedimos encarecidamente disculpas ya que nuestra intención no es molestar sino, únicamente poner de manifiesto cómo se ha tratado, desde nuestro punto de vista, a la parte más débil: los jugadores.