miércoles, 13 de junio de 2012





Mal partido del Dioce
EL ÁVILA C JUGÓ MÁS Y MEJOR
Nuestro equipo jugó mal, pesimamente mal. Prueba de ello, es que, cuando no habían transcurrido ni quince minutos del inicio del partido, perdíamos por tres a cero. Poco después nos hacían el cuarto y así se llegaba al descanso. En la segunda parte, nuestros jugadores, apremiados por el resultado, intentaron reducir la diferencia en el marcador lanzándose al ataque. Pero sus intentos por marcar algún gol no fructificaron y, contrariamente a lo que deseamos, encajábamos dos goles más. El partido concluía con el consabido seis a cero que a tenor de lo visto en el campo nos parece justo pero, quizás, un tanto excesivo.
A nuestro modo de ver, se comenzó con un mal planteamiento del partido. No se puede dar facilidades al rival. Y nosotros se las dimos. Salimos al campo sin delanteros, como muchísimas veces en esta temporada. Sabíamos que el Ávila C juega bien al fútbol y no lo impedimos con nuestro mejor juego… en definitiva, hicimos el peor partido de la temporada.
Imaginamos que “elegimos” el campo por imperativo el sorteo, porque si no, no se entiende que jugásemos el primer tiempo contra el viento. Y, por otra parte, no vamos a caer en victimismos de si no se debía jugar en lunes, porque nuestra postura ha quedado muy clara, diáfana; de si se ha bajado a jugadores, porque cada uno gestiona su equipo como quiere dentro de las normas. Hemos ido a jugar y se ha perdido. Y no pasa nada. Nos cogemos un cabreo del quince porque hemos perdido una final, aprendemos y no pasa nada. Se felicita a los campeones de Copa y nos felicitamos de la buena temporada realizada.
Tenemos que ser maduros. Los partidos se ganan y se pierden en el terreno de juego y es tan importante saber ganar como perder. Y, una vez que se sale del campo, todo lo que ha pasado allí pasa a segundo plano, porque eso es lo que significa ser deportista.
No hemos sabido jugar contra este equipo y hay que reconocerlo. Por errores nuestros y virtudes del rival. Por lo tanto, sólo nos queda felicitar al rival y, como decía el otro, que eso queda muy bien, la derrota nos hará más fuertes.
Un momento del partido

No queremos cerrar esta crónica sin aclarar una serie de cuestiones. Lo primero y fundamental es que aquí nadie, ni se ha escondido, ni se esconde en ningún sitio. Todo lo que se escribe está convenientemente firmado. Y evidentemente, lo escribimos aquí porque creemos que es lo más idóneo. Si quisiéramos decírselo a alguien, sin lugar a dudas, lo haríamos. Y si alguien no está de acuerdo con alguna cuestión que expongamos, puede escribir lo que desee y, siempre y cuando reuna las mínimas condiciones de educación y respeto y si lo consideramos oportuno, lo publicaremos. En cuanto a los rumores, son eso... rumores, y no hay que informarse, ni contrastar nada y si alguien quiere “desmentir” el rumor pues nos escribe y todo arreglado. Eso sí, si a alguien le ha molestado lo sentimos. Ni que decir tiene que nosotros no nos hemos dado por aludidos por los rumores, que los hubo, el día del partido.
Por último y no menos importante, nunca se ha dicho nada sobre los jugadores, chicos estupendos, como han demostrado en todas las ocasiones en que nos hemos enfrentado.

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